jueves, 29 de mayo de 2014

MOTIVACIÓN Y ECONOMÍA: de Legos a Origamis, de Adam Smith a Karl Marx



La motivación humana ha sido objeto de innumerables estudios en el campo de la administración. Dentro de las teorías más aceptadas pueden mencionarse "la pirámide de necesidades" (Maslow), "Teoría X e Y" (McGregor), "Teoría de las Expectativas" (Vroom), "Teoría del Factor Dual" (Herzberg), etc.
Todas estos modelos tienen algunos en común:
- Por un lado, existen factores motivaciones racionalmente identificables.
- Por otro lado, los individuos tienen cierto grado de racionalidad.
- Finalmente, hay individuos con necesidades superiores e individuos con necesidades inferiores según determinadas características (innatas o culturales).

La Wikipedia dice que "la motivación implica estados internos que dirigen el organismo hacia metas o fines determinados; son impulsos que mueven a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación".

En lo que respecta a la ""ECONOMÍA COMO CIENCIA"", ésta aún continua utilizando el paradigma del Homo Economicus para explicar la motivación humana. Esto implica la visión de un hombre racional, egoísta, guiado por el interés personal y que actúa procesando la información que conoce.
Cabe destacar que esto no queda en la simple teoría, ya que implica modelos que posteriormente se utilizan para defender teorías económicas completas - de Keynesianos a Neoclásicos -, ideologías, planes y rumbos de acción política de gobiernos, etc. Estos modelos son muy utilizados en la práctica hasta el día de hoy, sobre todo, por gobiernos.

Bajo el paradigma Homo Economicus queda claro que la motivación depende únicamente de la recompensa monetaria (la mayoría de los economistas de HOY sacan sus conclusiones bajo éste supuesto)

A continuación les vengo a contar CUÁLES SON LOS NUEVOS PARADIGMAS QUE ESTÁN SURGIENDO DESDE LA ECONOMÍA CONDUCTUAL, con algunos ejemplos divertidos e interesantes: la motivación de armar legos y origamis. Cerrando con el análisis de la relación entre motivaciones humanas y modos de producción según dos grandes autores: Smith vs. Marx.

1) LA MOTIVACIÓN DE ARMAR LEGOS

Hablemos un poco del famoso juego de los ladrillitos, con el que podes armar mini-construcciones. Hay gente muy fanática de este juego, sean pequeños o grandes, que disfruta de la concentración que demanda, de la creatividad necesaria y del desafío que implica.

Se realizó un experimento que consistía en ver hasta cuando castillitos estaban dispuestas a armar estos fanáticos de los legos y otros no fanáticos, con un pago decreciente por castillo (el primero $10, el segundo $9, el tercero $8,50...). Se dividió a los participantes en dos grupos:
1) Al primer grupo, se le dijo que construyan los castillos y que al finalizar de construir TODOS los que pudiesen, se les desarmarían los castillos para dejarlos para el próximo participante.
2) Al segundo grupo, se le agregó un FACTOR DESMOTIVADOR O FRUSTRANTE. Cada vez que finalizasen de construir un castillo, se destruiría automáticamente para luego empezar a construir el siguiente.

































Los resultados fueron los siguientes:
- Resultó ser que dentro del grupo al que no se le agregó el factor frustrante, se produjo una disparidad en las cantidad de castillos. Algunos hicieron muchos (hasta 15) y otros una cantidad menor (7 el mínimo).
- Por otro lado, en el grupo al que SÍ se le agregó el factor frustrante,  los resultados fueron todos similares (entre 7 y 8 castillos).


TODA LA MOTIVACIÓN QUE HABÍAN TRAIDO ALGUNOS PARTICIPANTES, HABÍA SIDO DESTRUIDA POR EL FACTOR FRUSTRANTE.


2) LOS ORIGAMIS

En este caso, en vez de analizar el factor frustrante, se analizó el efecto del FACTOR MOTIVADOR.

Se seleccionó a personas no expertas en el arte de hacer origamis, y se les dio las instrucciones para uno verdaderamente difícil.
El resultado fue que los "no expertos" realizaron productos que no se parecían demasiado al producto final que se veía en las instrucciones.

Ahora bien, cuando se les preguntó CUAL ERA EL PRECIO (de $1 a $10) QUE CORRESPONDÍA PARA LOS ORIGAMIS QUE SE HABÍAN ELABORADO EN EL EXPERIMENTO, resultó que los participantes y a otras personas (evaluadoras) arrojaron en promedio resultados muy dispares:

- PROMEDIO PARTICIPANTES:    $8
- PROMEDIO EVALUADORES:      $3

También se hizo una segunda comparación, dividiendo a dos grupos de participantes. Uno con origamis más difíciles, y otro con origamis más fáciles.
El grupo con origamis más difíciles valoró más todavía los productos, mientras que el segundo grupo hubiese pagado menos.
El grupo de evaluadores, por otro lado, se radicalizó. Ya no pagaban casi nada por origamis difíciles pero mal hechos.

 
LA MOTIVACIÓN SESGA LA REALIDAD: El hecho de tener que trabajar para realizar algo difícil, hace que valoremos más el producto final que otras personas, al resultarnos más atractivo.


3) Adam Smith vs. Marx



Vale la pena recordar los escritos de estos dos autores paradigmáticos para investigar sobre los factores motivacionales.
En lo que Economía y a Trabajo respecta, está claro la divergencia entre ambos autores, padres del Liberalismo Económico (Smith) y del Marxismo (Marx).

 
Una de las diferencias significativas entre Smith y Marx consistía en cual era el objetivo del trabajo individual.
 

Por un lado, Smith pensaba en el aumento de la producción a través de la DIVISIÓN DEL TRABAJO EN TAREAS como factor para el progreso de la sociedad y la liberación del individuo.
Por otro lado, Marx pensaba que el modo de producción capitalista (basada en la división del trabajo) alienaba al individuo. Había que sacrificar la eficiencia o productividad y el aumento de la producción (que solo beneficiaba a unos pocos, a los capitalistas) para devolverle el significado al trabajo y a las tareas realizadas, y de ese modo liberar a la sociedad. El trabajador estaba separado del producto final.




En una primera etapa del capitalismo, resultó que las teorías de Adam Smith fueron las que mejor se adaptaron al contexto socioeconómico y resultaron "vencedoras", por así decirlo.
Resulta paradójico entonces que las sociedades capitalistas contemporáneas atraviesen una fase en la que estos dos esquemas se unen: LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO.
Esto se debe a que no es posible ya lograr la eficiencia mediante la división de tareas, sino mediante el significado del trabajo. 

Otra cuestión importante y relacionada es como medir el "éxito de una economía". En este caso el eje se ha desplazado del Crecimiento Económico al Desarrollo Económico.

El crecimiento económico es una variable que aumenta o disminuye el producto interior bruto (PIB). Si el PIB crece a un ritmo superior al del crecimiento de la población, se dice que el nivel de vida de ésta aumenta. Si por el contrario la tasa de crecimiento de la población es mayor que la tasa de crecimiento del PIB, podemos afirmar que el nivel de vida de la población está disminuyendo. 
 
El desarrollo económico se puede definir como la capacidad de países o regiones para crear riqueza a fin de promover y mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes. Podría pensarse al desarrollo económico como el resultado de los saltos cualitativos dentro de un sistema económico facilitado por tasas de crecimiento que se han mantenido altas en el tiempo y que han permitido mantener procesos de acumulación del capital.

Estamos viviendo una etapa de transformación económica a partir de la Revolución Digital. Es evidente que ya no podemos pensar en términos de la economía clásica sino que debemos dar un salto hacia la economía conductual.
Este cambio de paradigma nos permitirá interpretar mejor la realidad y tomar mejores decisiones para beneficiarnos como sociedad.

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